lunes, 17 de febrero de 2014

Cómo hacer de un monstruo algo divertido...


Os presento al "MONSTRO DAS FESTINHAS" (monstruo de las caricias...). La idea surge del cuento O Monstro das Festinhas de Carla Antunes (os dejo la traducción del cuento en los comentarios). Fué uno de los primeros cuentos que contaron en el cole de D y quería que lo tuviera de recuerdo, así que lo compré y la historia me encantó. Se me ocurrió hacer un "monstuo das festinhas" para la clase, así, cuando algún niño/a estuviera triste podría ir a abrazarle, a darle caricias...pues como él mismo dice: "Lo único que quiero es que me hagan...FESTINHAS!!!. http://www.youtube.com/watch?v=21QFf5HYlm8 (aquí está la historia contada por unos niños...está en portugués...)


Hacer un monstruo de peluche es mucho más simple de lo que parece, os aseguro que no sé coser y fui capaz de hacerlo...así que os animo a probar...



Con una manta polar (Ikea). Este material es suave, y no se deshilacha (fácil para las que no somos costureras).


 
Dibujé la silueta del mostruo en papel continuo.

 
Lo cogí a la tela con alfileres y recorté la forma. La tela está doblada a la mitad de manera que al recortar tenía las dos formas iguales. 



Dibujé dos círculos blancos y dos negros en fieltro, los recorté y cosí (más seguro que pegar para los niños).
 
La boca con fieltro rojo, tres rectángulos de fieltro blanco para los dientes. Y la barriga con una tela verde...Una vez cosido estos detalles superpuse las dos siluetas del monstruo con los ojos, boca...en la parte de dentro para coser alrededor (todo menos una pierna)...al final dí la vuelta, metí el relleno (relleno de un cojín de Ikea que ya no me valía) y cosí el trocito de pierna que quedaba. 

 
Podemos hacer que este monstro das Festinhas sea uno de los amigos de nuestro hijo/a y quitarle el miedo a los Monstruos....él será su amigo y le ayudará a sentirse seguro.
 

 

5 comentarios:

  1. Hola Lupe, me encantó este muñeco!! Espero que no te moleste que agregue una foto y el enlace a tu blog en la entrada que acabo de hacer.Viene justo!!
    Un beso grande

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    Respuestas
    1. Gracias Sandra!!!claro que no me importa, es un privilegio!!!!todo lo que hago y publico en el blog es como tú para compartir con otros maestros/as, para aprender unos de otros y seguir enriqueciéndonos. Un saludo

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    2. Gracias Lupe!! Te quedó muy tierno y gracioso el monstruito , te felicito!!
      Cariños

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  2. Hola, quisiera narrar el cuento en el jardin, pero no consigo el texto ¿podrias transcribirlo y enviarmelo a mariasubire@hotmail.com? muchas gracias

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  3. María, lo voy a transcribir aquí...no se si esto está permitido por los derechos de autor...lo traduzco al Castellano, pero la historia es de CARLA ANTUNES y os dejo también la editorial por si pudierais contactar con ellos: www.soregra.pt Las ilustraciones no tienen desperdicio, yo haría lo posible por conseguir el libro...

    El monstruo de las caricias
    Los monstruos son malos y malvados. Los monstruos son cosas ruines.
    Yo soy un monstruo diferente. Yo no soy ´para nada así!.
    ¡No soy como los otros monstruos! No hago mal a nadie. Soy un monstruo pequeñito y me porto siempre bien.
    No como gente ni bichos. Yo solo como galletitas. Y lo único que quiero, es que me hagan....CARICIAS!!!!
    Cuando las personas me ven huyen de mí, salen corriendo. Por eso para tener caricias, tengo que esconderme.
    Esta es mi historia y esto es lo que os voy a contar: Un monstruo que quiere caricias, que quiere a alguien para abrazar.
    En casa de doña Miquelina, me escondí en el cesto de la costura y cuando ella fué a buscar la lana me cogió. Me agarré a ella, muy alegre y feliz. Y le dí un besito, de esos que suenan muy fuerte en la punta de la nariz.
    Estaba tan contento, mi corazón dió un salto, abrí mi enorme boca y grité muy muy alto: ¡caricias en la barriga, caricias en la nariz, con muchas caricias, yo soy feliz!.
    Ayyyyyyyy! gritó, doña Miquelina, que estaba muy asustada, las gafas volaron de su cara y me dió una cachetada.

    En la cocina del señor Proenza me escondí en medio de las coles que había en la despensa. Cuando fué a hacer la sopa fué a buscar un enorme repollo que tenía muy buen aspecto y sin darse cuenta de lo que tenía en las manos, me hacía caricias en el corazón.
    No era una col, no señor, lo que él agarraba con tanto amor. Me sentí afortunado, estaba delirantey le dí un abrazo de tamaño GIGANTE.

    Estaba tan contento, mi corazón dió un salto, abrí mi enorme boca y grité muy muy alto: ¡caricias en la barriga, caricias en la nariz, con muchas caricias, yo soy feliz!.
    Pero, cuando se dió cuanta de la equivocación, el señor Proenza me tiró por los airesy me dió su sentencia: Ayyyyyyyy! Monstruo desgraciado, sal de aquí, eres muy malo. Si no te vas de mi vista te doy con la cuchara de madera.

    Fuí a la granja de María, me escondí en el tendedero, me colgué muy derechito entre los pantalones de lino y un gran delantal.
    Ya veo a María con un barreño para recoger la ropa que se ha secado. Primero una toalla toda florida, después el delantal y ya voy yo enseguida. Cuando me cogió y me dejó en el barreño, me hizo cosquillas en el ojoy me puse a saltar. Estaba tan contento, mi corazón dió un salto, abrí mi enorme boca y grité muy muy alto: ¡caricias en la barriga, caricias en la nariz, con muchas caricias, yo soy feliz!.

    Las braguitas, yo y toda la ropa del tendedero, salimos volando por los aires, y sin darse cuenta de lo que pasaba, María empezó a gritar: AYYYYYYY Mosntruo horrosroso sal ´corriendo de aquí, abandona mi granja, muevete ya.
    Nadie me hace caricias, soy un monstruo desgraciado, me voy al medio del monte y me quedo solo y abandonado. Estaba allí tumbado, triste con mis pensamientos cuando oí un ruido entre la hierba que me hizo estar atento. Presté mucha atención preparado para saltar, por si venía alguien con caricias para darme. CARICIAS, CARICIAS!!!
    Choqué con algo...me quedé medio atontado, cuando abrí los ojos y vi aquello, mi corazón se disparó y me quedé enamorado. Finalmente encontré a alguien igual que yo, que le gustan mucho las caricias y y los abrazos sin final.
    Estábamos tan contento,que nuestros corazones dieron un un salto, abrimos nuestras enormes bocas y gritamos muy muy alto: ¡caricias en la barriga, caricias en la nariz, con muchas caricias, nosotros somos felices!.
    Ayyyyyyyy!

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