Una vez más, mi hijo me ha dado otra gran lección: ¡mamá, no quiero ir al cole! yo te quiero a tí...(pero ponedle voz y lagrimones...ya sabéis, gritos, rabia, pena...).
Nunca pensé vivir este momento con David, por nuestras circunstancias, había ido a tres escuelas infantiles diferentes (y una de ellas en un país extranjero, con un idioma que no había escuchado en su vida...) y siempre feliz, contento y diciéndome adiós con su manita...la primera semana de cole fué genial, y ahora ¿Qué le pasa?¿qué hago?.
Analizando desde mis conocimientos y experiencia como maestra he seguido todos los pasos:
1. Le he hablado de su cole nuevo y de las diferencias con la escuela infantil. Llevamos todo el verano preparándonos y con ganas locas de "ir al cole de mayores".
2. No es la primera vez que se separa de mí y nunca le ha supuesto una dificultad (ha ido a escuela infantil, se ha quedado con los abuelos unos días, ha ido a casa de algún amigo....).
3. Llevó dibujo a las profes y los primeros días llevaba un cuento para que le leyeran.
4. Yo tengo confianza plena en el cole (leí muchos proyectos educativos, misión, visión....y este fue el que más se adaptaba a la manera de ser de David y a nuestro estilo educativo).
5.Ha llevado un objeto de apego (incluso le he dejado llevar a osito que nunca salía de casa, solo es para dormir).
6. Hemos leído cuentos maravillosos para el periodo de adaptación: "Siempre pienso en tí" editorial juventud Kathi Appelt - Jane Dyer; y "Un beso en mi mano" Audrey Penn.
http://tienda.padresformados.es/products-page/colegio-y-adaptacion/un-beso-en-mi-mano/ imitando a los personajes, escenificando con marionetas.
7. Le gustan sus profes (he visto cómo las abraza y las besa y eso no saben disimularlo los niños), le gustan sus nuevos amigos....se que a los 5 minutos de estar allí deja de llorar, pero como madre no puedo evitar compartir su sufrimiento y desear que no existiera.
Pero después de una semana de lloros y sufrimientos al dejarle parecía que nada funcionaba. Mi única salida ha sido compartirlo con otras mamás. Una mami muy experimentada, siempre me dice que las otras mamás son de las que más se aprenden y es verdad....
Al contárselo a otra mujer, madre y maestra (aunque no de titulación), compartió truquitos que hizo con su primer hijo hace 20 años...."fuí voluntaria en su cole y encontré al que hasta hoy es un gran amigo de mi hijo", habló con los padres del otro niño y lo invitó a casa a comer y jugar; también a su tercera hija le ayudó encontrar a una niña como ella en quien "apoyarse". También seguí su consejo de contar a David como Kel lloraba en su primer año de cole y cómo encontró a aquella amiga. ¡¡¡¡¡GRACIAS!!!!! ha funcionado, hoy teníamos una misión "buscar a los papás de un amigo e invitarle a jugar en casa o en el parque"; he salido del cole con el corazón menos encogido y el estómago en su sitio... He entendido que necesita un apoyo dentro de la clase, un vínculo entre el cole y nuestra casa...no solo que nosotros hablemos con la profe, que él me cuente...necesita a un igual con el que compartir la vida que tiene fuera del aula...
Espero que os sirva y me encantaría que me contárais vuestros truquitos.
Ahora me gustaría compartir con vosotros cómo se vive esto desde el otro lado, con ojos de maestra, que recibe a estos tesoritos llorando.
Como ya os he dicho, la mayoría de los niños/as lloran en el momento de la separación de la madre o el padre; las profes nos convertimos en "pulpitos" con muchos brazos que abrazan, dan caricias, besitos, buscan palabras de consuelo y amor... como consejo (y se que es difícil) intentad "quitaros" de su campo de visión, asomarse a las ventanas y que os vean les crea más ansiedad...¿porqué estará mirándome así ?¿pasará algo?¿esto será tan terrible?) CONFIAD EN LAS PROFES y en EL COLE.
Cantamos o leemos un cuento y esos llantos suelen desaparecer...se consuelan unos a otros o ellos mismos repiten las palabras de ánimo que les dan en casa y prontito se calman.
Hay momentos en los que vuelve el desconsuelo en alguno/a, como en el patio o en el comedor, pues se sienten más inseguros porque el espacio es más grande o porque las comidas saben diferentes, los platos y cubiertos son distintos....y les produce inseguridad.
Ánimo, papis y mamis, (también me lo digo a mí misma) poco a poco van asumiendo las nuevas normas y rutinas del cole, las hacen suyas y todo es más fácil.
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